domingo, 15 de mayo de 2011

Pemex y la venta de acciones

Los que quieren dar como ejemplo lo que debe ser Pemex están diez años atrasados, el maestro Gershenson les corrige la plana.


Pemex y la venta de acciones
Antonio Gershenson

Han llamado mucho la atención las declaraciones presidenciales en Nueva York sobre la posible venta de acciones de Petróleos Mexicanos. Aunque se ha querido corregir” esto con otros términos, hay una parte que refuerza esa afirmación:

“… una reforma legal para modernizar Pemex de una manera parecida a lo que logró Petrobras hace 10 años”. Hace 10 años gobernaba la derecha, y su “gran cambio” fue vender la mayoría de las acciones de Petrobras a particulares en las bolsas de valores de Nueva York y de Sao Paulo. Eso es lo que citó la declaración mencionada. Luego siguieron en Brasil gobiernos más progresistas y se aprobaron leyes que entre otras cosas crearon una nueva empresa totalmente estatal, Petrosal. Se dedicó una cantidad de las ganancias para áreas de utilidad económica y social, y se dio mayor fuerza y capacidad de decisión a Petrobras, que controla las zonas nuevas de alta profundidad, lo contrario de lo que promueve la derecha mexicana, que hace lo posible para debilitar a Pemex y entregar sus funciones a empresas privadas. Pero, como se ve, sí se planteó vender acciones a particulares, además de haberlo dicho abiertamente.

Para que no trate de escudarse en el gobierno brasileño, Lula, siendo presidente, en varias ocasiones criticó la privatización parcial de Petrobras con la venta de acciones.

También pone como ejemplo a la noruega Statoil. Pero sólo para lo que le conviene, la emisión de acciones privadas en 2001. Sin embargo, Statoil fue fusionada con la otra empresa pública petrolera, Hydro, para formar una compañía petrolera estatal única en 2007. Además, se formó una nueva firma totalmente estatal, Petoro, con funciones petroleras específicas. Pero los tecnócratas mexicanos han dividido en cachitos a Pemex y no la vuelven a integrar ni aceptan que sea integrada.

Se ve que el actual gobierno añora lo que otros países realizaron hace unos 10 años, pero ellos ahora hacen otras cosas.

En el discurso se amenazó con una nueva reforma legal para poder entregar más a particulares. “Los contratos de servicios múltiples permitirán recuperar la producción pronto”.

El mismo día y en un nuevo anuncio de los contratos en campos maduros, se pone como pretexto que Pemex “no tiene la capacidad financiera ni el personal para explorar ni explotar zonas que... serán licitadas a la iniciativa mediante los contratos integrales”.

Lo que ya no tenga Pemex es porque ellos lo “desplumaron”. Pero sí tiene. En primer lugar, la producción de los “campos maduros” es ridículamente baja. En segundo lugar, están gastando a lo loco, por ejemplo en Chicontepec –presupuesto de 20 mil millones de pesos para este año–, casi sin producción. Que cancelen los contratos con sus amigos del exterior, y Pemex podrá producir más.

En cuanto al personal, lo que no tienen es porque ellos los despidieron, o los jubilaron anticipadamente. Para ellos, lo peor de Pemex son ingenieros y técnicos que conozcan su trabajo y lo realicen, porque echan a perder sus posibles negocios y contratos. Descaradamente, en vez de planeación y ejecución de los proyectos, hablan de “plan de negocios”.

Si el gobierno federal insiste en seguir vendiendo Pemex a pedazos, tendría que esperar al siguiente periodo de sesiones de las cámaras. Mientras, puede desarrollarse un movimiento para frenar nuevamente esa locura.

Habrá otro factor. Ya vimos que la cercanía de las elecciones en el estado de México motivó al PRI a detenerse en iniciativas muy contrarias a la voluntad de la mayoría. Pues bien, iría sucediendo algo similar al acercarse la elección federal. Ya el PAN no tiene mucho que perder, ya lo más a lo que puede aspirar es a un tercer lugar, y un número mínimo de gobernadores. No deja de subir el precio de gasolina y otros energéticos. No hacen nada en cuanto a la “nueva” refinería, pero bien que se gastan el dinero. Han perdido una elección local tras otra. Pero al PRI se le pueden volver a complicar las cosas, como ahora.

Este es el más derechista de los gobiernos tecnócratas en cuanto a Pemex. Ya no saben qué más entregar. No saben qué más dar a contrato. No saben cómo entregar más en cada contrato. No saben qué más poner en venta, y cuándo. De Bonos Ciudadanos a, si los mexicanos se los permitimos, acciones de Pemex.

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