lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Cuánto y dónde debe invertirse en Pemex?

De nuevo el maestro Antonio Gershenson desnuda los números de la administración de Pemex, es decir a quienes entregan la empresa a intereses contrarios al país.


¿Cuánto y dónde debe invertirse en Pemex?
La Jornada
Dom 25 nov 2012
Antonio Gershenson
No sólo hay derroche por los que operan a Pemex en el sexenio que termina, sino por los que hablan del que sigue. Vamos a tomar en cuenta la información de varias fuentes oficiales para ver qué regiones son productivas y cuáles no. Nos basamos en las reservas al primero de enero de 2012, y en la producción del año pasado.

Empezamos por las aguas profundas, que son muy evidentes y de las que se vuelve a hablar. La producción, tanto de petróleo crudo como de gas natural es totalmente cero después de años de excavaciones. Y se reportan reservas probadas 0.7 por ciento de las nacionales. La perforación es carísima. Por lo mismo, lo mejor es dejar de derrochar ahí.

En el área de Chicontepec, donde se ha invertido un dineral en empresas extrajeras, se habla de 2 por ciento e incluso de uno por ciento de la producción nacional, y de un 7 por ciento de las reservas probadas, y aún esta cantidad ha sido cuestionada.

A esto debemos agregar la entrega, por largos plazos, de “campos maduros” para su explotación, los que en realidad sólo pueden dar rendimientos muy menores, en condiciones excelentes, para los contratistas.

La región de Burgos, también entregada a trasnacionales extranjeras y que produce gas natural en cantidad decreciente, tiene menos de 3 por ciento de las reservas probadas, y produce poco más de 20 por ciento del gas natural del país. Otra zona gasera, Veracruz, tiene 1.4 por ciento de las reservas probadas, y produce 11 por ciento del gas natural nacional, en cantidad también decreciente.

El resto de las reservas probadas (88 por ciento), la producción de crudo (99 por ciento) y la de gas (68 por ciento), están en el suroeste. Es ahí donde debemos buscar lo mejor y las mayores cantidades. La mitad de las reservas, el 51 por ciento de la producción del crudo y el 22 por ciento de la producción de gas están en la región marina noreste. Ésta, a su vez, incluye a Cantarell, que llegó a producir más crudo que el resto del país junto, pero que ha caído a menos de 20 por ciento de su máximo histórico y está contaminado con nitrógeno. La otra parte de esta región es Ku Maloob Zap, más nueva, pero con crudo pesado y súper pesado. De todos modos, tiene la mayor producción de crudo frente a otras regiones consideradas aisladamente.

Finalmente, están las regiones sur y marina suroeste, que tienen 44 por ciento de las reservas probadas, incluyendo las de mejor calidad. Producen 48 por ciento del crudo, incluyendo todo el crudo súper ligero y una buena parte del crudo ligero. Incluyen también la producción de 46 por ciento del gas natural. Debemos agregar que son las áreas trabajadas por Pemex con sus propios ingenieros y técnicos, sus equipos y demás.

Dentro de una de estas regiones, la marina suroeste, y dentro de ella el litoral de Tabasco, hay pozos nuevos que apenas empiezan a producir: Xux-Tsimin. El crudo es super ligero, 43 grados API. Hay otro pozo posterior vecino, el Kinbe-1.

Las proyecciones apuntan a que su producción de crudo y gas seguiría creciendo hasta por lo menos 2026. La principal es la de gas, para la cual se prevé, en 2017 y sólo de Tsimin, una producción casi igual a la actual de todo el litoral de Tabasco, que es de 719 millones de pies cúbicos diarios.

Conclusiones: Sólo se deben destinar recursos a zonas en decadencia o de mala calidad en la medida en que esté garantizada la recuperación con, por lo menos, algo de beneficio y en poco tiempo no agregar ninguna inversión ni ningún proyecto en estas áreas.

En vez de destinar la mayor parte de la información sísmica de la exploración a aguas profundas y similares, se deben destinar a zonas vecinas a las más productivas ya exploradas.

Aumentar las perforaciones en las mejores áreas, y no, como ahora, en zonas controladas por trasnacionales, pero con producción decreciente como Burgos, o muy caras y de producción muy baja como Chicontepec.

Se debe invertir en nuevas refinerías, para reducir la importación de gasolina y otros combustibles. Se debe generar energía con hidroeléctricas, viento y geotermia para reducir las importaciones de gas y otros combustibles, y para usar la producción nacional de gas en la petroquímica.

Se debe integrar en una sola entidad a Pemex, de modo que no se “vendan” productos o servicios de unas entes a las otras, sino que funcionen, como antes, de manera integral. Con eso, además, se reducen las múltiples burocracias de cada entidad, subdirección, sociedades anónimas y demás.

Con todo esto las inversiones rendirán mucho más y el país se beneficiará.

antonio.gershenson@gmain.com










lunes, 8 de octubre de 2012

Triangula Pemex compra de Barcos.


Pemex contrata servicios para Tula

CNNExpansión.com-01/10/2012
Pemex contrata servicios para Tula. Las firmas Axens North America y Jacobs Nederland operarán en dos plantas de la refinería; la primera ...

14 SEPTIEMBRE 2012
La empresa ejecutará el paquete de diseño de proceso, licencias y asistencia técnica de la planta de coquización retardada de la nueva refinería.


Triangula Pemex compra de barcos
Consejeros de la paraestatal piden que los comités revisen contrato

La empresa PMI NASA será la compañía que le venda los barcos y floteles a Pemex Exploración y Producción y a Pemex Refinación luego de adquirirlos con los astilleros de Galicia, revelaron fuentes del corporativo Petróleos Mexicanos.
Por lo pronto, la paraestatal firmó un contrato condicionado con los astilleros de Galicia para la construcción de estas embarcaciones, pero antes de cerrar el acuerdo se deberán cumplir con dos puntos previos: primero, la aceptación del contrato por parte de la propia empresa PMI NASA y, segundo, que sea consignado por la empresa contratante final, en este caso, Pemex Exploración y Producción.
Lo que se pretende hacer es traer por medio de PMI NASA a siete remolcadores y dos hoteles flotantes en una operación cercana a los 700 millones de dólares. PMI NASA es la empresa que usa Petróleos Mexicanos para detentar el 50% de la propiedad de la refinería de Deer Park, en Texas, y, de acuerdo con los documentos que sustentan su constitución, el año pasado le ampliaron el objeto social para que además de hacer trabajos de comercialización de petróleo también funcione como empresa fletera.
PMI NASA es una empresa de papel, no tiene personal y tiene como sede las Islas Caimán. PMI NASA es 71.7% propiedad de PMI Holdings B.V. una compañía holandesa, y 28.3% es propiedad de PMI Holdings, Petróleos España, S.L.
Estas dos entidades también son controladas por Pemex. Asimismo, los resultados financieros de PMI NASA están consolidados en los estados financieros de Pemex.
En ese sentido, PMI NASA será la empresa que haga el ofrecimiento de barcos y floteles a Pemex Refinación y a Pemex Exploración y Producción y no directamente los astilleros de Galicia.
Esta operación de intermediación no es nueva para PMI NASA quien adquirió un buque con capacidad de 47 mil toneladas métricas de peso muerto en 39 millones de dólares.
Ellos financiaron la adquisición con una deuda bancaria a 10 años con Grupo Banamex, con una tasa de interés anual de 5.42%. Pese a los planes que se tienen para renovar las flotas de Pemex Exploración y Producción y Pemex Refinación, la compra de barcos y la contratación de los servicios de floteles fueron suspendidas al menos en este año, en tanto no sean revisadas estas decisiones por el equipo de transición del nuevo gobierno de Peña Nieto.
Los consejeros profesionales del Consejo de Administración del corporativo enviaron una carta al director de Pemex, Juan José Suárez Coppel para que detener la compra de la flota en tanto no pase por los consejos de administración.
Los consejeros le recordaron al director que este tamaño de compras deben de cumplir con las Disposiciones Administrativas de Contratación que los obligan a revisar esta operación por medio del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos, Obras y Contratación (CAOC) y no puede ser operada de manera directa por la dirección de PEP.
De acuerdo con la carta, los procesos que se siguen para la contratación de flota deben de pasar por los Comités del Consejo de Administración y hasta ahora no ha pasado ninguna propuesta al respecto por lo que piden aclare esta situación.

Autorizan a Pemex terminal de almacenamiento en A Coruña

Vanguardia.com.mx-04/10/2012
Ciudad de México. Petróleos Mexicanos (Pemex) dio un paso más para ampliar sus operaciones en España. La paraestatal recibió este ...
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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Estalla planta de Pemex en Reynosa; 26 muertos


Accidente en gasoducto de Pemex en Reynosa ocasiona 26 muertos

  • Reporta la paraestatal 46 heridos y siete desaparecidos hasta el cierre de la edición
  • La explosión ocurrió a las 10:45 y el fuego fue controlado a las 12:40
  • Descartan autoridades que la causa haya sido intencional; piden a PGR investigar “hasta las últimas consecuencias”

 Corresponsales y reportero
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de septiembre de 2012, p. 31

Nuevo accidente en un gasoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex). Ahora tocó el turno al que corre de Reynosa a Monterrey, que explotó ayer a las 10:45 y provocó la muerte al menos de 26 trabajadores de la paraestatal y de empresas contratistas, así como lesiones diversas a otros 46 (según las últimas cifras) y siete desaparecidos que se encontraban en las instalaciones del Centro Receptor de Gas y Condensados de Pemex Exploración y Producción, en Reynosa, Tamaulipas.

En 2012 Pemex ha enfrentado al menos tres incendios de consideración, dos de ellos en la refinería Madero, en el estado de Tamaulipas, y uno más en una plataforma marina.

El pasado día 2 de este mes se produjo una conflagración en una planta hidrodesulfuradora de la refinería Madero, donde el saldo fue de cuatro trabajadores con lesiones graves y daños materiales menores que no llegaron a afectar los procesos de la planta. Casi un mes antes, en esa misma refinería estalló una caldera de la planta hidrodesulfuradora U-300. En esa ocasión no se reportaron lesionados.

El otro incendio ocurrió el 16 de enero de este año en la plataforma Ku-S, que opera en la sonda de Campeche, donde estalló un calentador tipo BA 301, el cual, según la empresa, “registró indicios de sobrepresionamiento en su interior... y el calentador BA 302 resultó con daño en la sección de convección, en tanto se afectó el rack de tuberías”.

Sobre el incendio de ayer Petróleos Mexicanos informó que se desató en uno de los principales centros de distribución del gas producido en la cuenca de Burgos (que abarca parte de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas).

Por la mañana la paraestatal mantuvo su versión de que el saldo trágico del percance era de 10 muertos, pero por la tarde, luego de un recorrido del director general José Luis Suárez Coppel, se reconoció que hubo 26 personas muertas y otras tantas lesionadas. En todo momento se descartó, en principio, que la causa de los daños fuera una toma clandestina abierta para el robo del combustible o de algún tipo de sabotaje.

El director de la paraestatal informó que los primeros reportes apuntan a una fuga de gas. Además, Pemex solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR) investigar “hasta las últimas consecuencias” las causas de la explosión.

De acuerdo con los datos de Pemex, en el Centro Receptor de Gas y Condensados, donde ocurrió el siniestro, se concentra buena parte de la producción de la cuenca de Burgos e incluso combustible importado. Desde allí es enviado a diversas plantas criogénicas que se encuentran en la zona para luego entregarlo a Pemex Gas y Petroquímica Básica para su posterior distribución y venta final en la mayor parte del país.

El fuego, según la versión oficial, empezó a las 10:45 y fue controlado a las 12:40 gracias a la intervención de bomberos estatales y municipales, así como las unidades contra incendio de Pemex. También se contó con el apoyo de elementos de Mission, en el sur de Texas, que fueron alertados de la explosión.

En las instalaciones ubicadas en el kilómetro 19 de la carretera Reynosa-Monterrey se encontraban unos 700 trabajadores, que tras la explosión fueron evacuados por elementos de Protección Civil, que también procedieron a desalojar a los habitantes de dos ejidos próximos: San Valentín y La Ranchería.

Pemex informó que las empresas contratistas son Iansa, Merco, Química Apollo y Galcor.

Víctimas de la tragedia

En Reynosa, para la atención de las víctimas, la Clínica Regional de Petróleos Mexicanos resultó insuficiente para atender a las decenas de heridos por la explosión y se requirió que nosocomios y hospitales públicos dieran atención a pacientes que presentaban quemaduras de tercer grado y traumatismos.

Diversos hospitales públicos de aquella ciudad fronteriza reportaron el ingreso de 22 varones, que fueron trasladados a bordo de ambulancias hasta las instalaciones del IMSS Reynosa, el Hospital Materno Infantil de Reynosa y el Hospital General de Reynosa.

Los heridos llegaban con la ropa hecha jirones y amplios pedazos de piel expuesta por las quemaduras y heridas ocasionadas por las llamas.

Los ingresados por paramédicos al Instituto Mexicano del Seguro Social fueron identificados como Miguel Sánchez Cruz, Efrén Romero, Hernández, Herminio Martínez Osorio, Ricardo Adalberto Gómez Castro, Francisco Pérez Cruz, Iván Trejo Castro, Joel Antonio Galván Trejo, Joel Camacho Hernández, Sirio Amador Cruz, Daniel Vázquez Niño, Jesús Guadalupe Camarillo Valdez, Juan Manuel Cosme Lozano, Ricardo Mercado Martínez, José Eduardo Castillo González y Andrés Pérez Córdoba.

Hasta las instalaciones del Hospital Materno Infantil de Reynosa llegaron Néstor Elsuri González Ramos, Samuel Flores Olivares, Arón García Flores, Arsenio Sánchez Luciano, Javier Martínez del Angel, Víctor Manuel Fuente Pérez, Ricardo Pérez Sánchez, Arielito Martínez Pérez y el de Jorge Armando Sustaita Pérez, Francisco Gerardo Valencia y Román Muñoz al Hospital General de Reynosa.

Pierde Pemex pelea con coreanos

(EL UNIVERSAL) COLUMNAS FINANCIERAS
18 de Septiembre de 2012
Por Alberto Barranco

Pierde Pemex pelea con coreanos

En lo que constituye otra derrota espectacular para Petróleos Mexicanos tras el borrón y cuenta nueva en su ruinosa sociedad con la Impulsora Jalisciense en Mexicana de Lubricantes, se acaba de expedir un laudo arbitral que la condena a pagarle 282 millones de dólares al consorcio coreano que reconfiguró la refinería Cadereyta de Nuevo León

A la suma hay que agregarle intereses acumulados en 11 años de litigio, lo que la eleva a más de 500 millones de dólares, es decir unos 6 mil 500 pesos mexicanos... y lo que falta.

La paradoja del caso es que la decisión del Tribunal de Arbitraje de la Cámara Internacional de Comercio con sede en París fue salomónica, es decir condenó a cada una de las partes en pugna a cubrir daños y perjuicios.

Dicho con todos los números, Pemex le pagará al consorcio Comproca integrado por la firma coreana Sunkyong Engineering & Construction, la alemana Siemens y la mexicana Pinfra, antes Tribasa, 311 millones de billetes verdes, en tanto éste le debe cubrir a la paraestatal 29 millones de dólares.

De acuerdo a los integrantes del panel, las cantidades son las que pudieron comprobar las partes en el largo litigio.

El reclamo original de Comproca, alegando vicios ocultos en el contrato para reconfigurar y modernizar la refinería de la discordia, era de 648 millones de dólares.

A su vez, el de Pemex alcanzaba 788.9 millones de billetes verdes, alegando a su vez la entrega incompleta de las obras y el uso de materiales de segunda mano.

En el papel, pues, Pemex llevaba las de ganar.

Sin embargo, la causa estaba perdida para la empresa pública desde que aceptó el finiquito de las tareas sin reclamo al calce de las anomalías, pese a que éstas eran más que evidentes.

Se diría, pues, que la corrupción se auto colocó la trampa.

De entrada, en afán de colgarse la medalla, por más que ésta ni a latón llegaba, la empresa pública inauguró la "nueva refinería" al cuarto para las 12 del final del sexenio zedillista.

El propio ex presidente cortó el listón al vuelo de las fanfarrias y la miel de los discursos.

Más aún, Pemex aceptó la firma de un finiquito que le obligaba a pagar la factura a partir del 2001, es decir cuatro años después de la firma del contrato.

El documento lo avaló el gobierno al relevo, es decir el foxista, vía el director general de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos.

Las goteras saltaban por todos lados.

De entrada, las plantas de transformación de petróleo crudo en gasolina apenas podían trabajar a la sexta parte de su capacidad instalada, sin perspectiva a la vista para la operación integral de sus 32 unidades.

Y si le seguimos, aún no se concluían las plantas refinadoras de petróleo ligero, hidrosulfatadoras de naftas y transformadoras de naftas... por más que la paraestatal había obligado a cambiar 300 válvulas que a juicio de los peritos no reunían la calidad requerida.

Y para qué le seguimos.

A quién le importa, además, que los coreanos incumplieran, de entrada, con los tiempos para la construcción de una segregadora de petróleo, lo que obligó a la empresa pública a indemnizar en especie a Cementos Mexicanos, quien había adquirido por adelantado la producción del coque de petróleo utilizado como combustible para general energía eléctrica.

El producto se debió importar de Estados Unidos, en tanto se le pasó la estafeta para concluir la planta al grupo ICA.

A quién le importa si los coreanos, en afán de cubrirse frente al raquítico costo pactado -mil 800 millones de dólares vía el esquema de los Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas)- utilizaron materiales de segunda, en algunos casos usados o, como diría algún peladito de barrio, "de doble cachete", y mano de obra de tercera, al habilitar como soldadores a 400 jóvenes que habían trocado por trabajo la exigencia de cumplir con un servicio militar que obligaba a encuartelarlos por dos años.

Pemex se colgó la soga al cuello solito.

Digamos que aunque la victoria se contabiliza a los coreanos, en realidad el trofeo es para la corrupción.

http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/787865.pierde-pemex-pelea.html

sábado, 15 de septiembre de 2012

Por la soberanía nacional con los trabajadores


Por la soberanía nacional con los trabajadores
Pablo González Casanova*


En la crisis que vivimos se hace cada vez más necesario asociarse para defender los derechos de los trabajadores, de los campesinos, de los pueblos indios, de los empleados y, sobre todo, de las juventudes. Es necesario unirse en torno a un proyecto de lucha por la soberanía nacional, por los recursos nacionales y por los derechos sociales, culturales, políticos y económicos que los gobiernos neoliberales les han ido conculcado y que pretenden seguirles arrebatando, con un partido de Estado disfrazado de varios partidos con distintos nombres y la misma política de recolonización de México.

Empecemos por no ocultarnos las verdades dolorosas que vivimos. México está importando maíz, gas y gasolina. Es como si Bolivia importara papas, Argentina carne y Francia perfumes.

Estamos por sufrir un nuevo despojo del petróleo, que todavía es fuente de una proporción muy alta de los ingresos fiscales y que era el más preciado patrimonio nacional.

Estamos aumentando cada vez más la inmensa deuda pública, que un día nos van a cobrar los shylocks trasnacionales en condiciones peores que las de España, Italia o Grecia.

Nos seguimos endeudando, tanto en forma rápida y furiosa como lenta y calmada, pero abiertamente impune, todo para comprar armas y mercancías que, lejos de servir a la producción y el desarrollo, inflaman la destrucción y el genocidio nacional, y se usan para pagar las importaciones de maíz y petróleo, antes símbolo y fuerza de nuestra soberanía alimentaria y energética, y garantía, con el Ejército, de la seguridad nacional.

Estamos asignando cada vez menos recursos a la educación y a la investigación científica y humanística, como si el proyecto fuera hacer de México y de su juventud y su niñez un país tan miserable como los más miserables de la Tierra, fuente de explotación de una fuerza de trabajo descalificada, base de dominación de un país de hombres y mujeres perdidos en la ignorancia y en el basurero de desechos de la industria del norte.

Estamos viviendo la crisis de un sistema político y de una clase política que entre la ceguera, el oportunismo y la corrupción priva más y más a los ciudadanos, a los trabajadores y a los pueblos de México de los recursos legales necesarios para luchar y negociar. Y que ahora nos anuncia nuevas medidas por las que pretende privatizar y desnacionalizar aún más la riqueza del petróleo y arrebatar a los trabajadores los derechos que lograron tras una revolución en la que dieron la vida más de un millón de hombres y mujeres, de jóvenes, de niñas y de niños.

Y mientras esto ocurre, la desregulación de los trabajadores se da sin cesar, la depauperación de los campesinos hace que millones padezcan sed y hambre, y es creciente el asedio a los pueblos indios, en especial a los zapatistas, que tratan de construir uno de los proyectos autosostenibles más avanzados y democráticos de la tierra.

Al mismo tiempo las corporaciones mineras y agroindustriales despojan a los habitantes de sus territorios y recursos, empleando cuanto medio es necesario, incluido el terror que por todas partes siembran junto con el megacomercio del narco y con el lavado de dinero de la gran banca de Georgia, de las Islas Caimán y de Wall Street.

Salir de los infiernos que las corporaciones construyen y en los que muchos centroamericanos y mexicanos viven resulta cada vez más difícil, pues a la gran muralla que el gobierno estadunidense levantó para impedir un peligro por sus estrategas previsto, se añaden las matanzas y desapariciones colectivas de braceros mexicanos y centroamericanos que no alcanzan a llegar con vida a la frontera.

Muchos de estos y otros males afectan al conjunto de la nación. Corresponden a algo más que un “modelo de desarrollo”: son resultado de la política neoliberal y globalizadora de las corporaciones y complejos que dominan el mundo, encabezados por Washington y Wall Street, hechos innegables y ampliamente comprobados, que están haciendo víctimas crecientes hasta en su propio país.

Reconocer la inaceptable realidad en que vivimos, y cobrar conciencia de lo que signfica para nosotros y para nuestros descendientes el futuro que les preparan, es tan necesario como formular un programa mínimo de defensa de los derechos de los trabajadores, de los pueblos, y de los ciudadanos que, uniéndose en torno a la lucha por recuperar y consolidar la soberanía nacional, fortalezca al estado de derecho e impida la criminalizacion de los trabajadores, de los ciudadanos y de los pueblos que defienden sus legítimos derechos y su libertad.

Una nueva lucha por la independencia, una nueva lucha por la democracia real de un pueblo en verdad soberano, tiene que articular a los trabajadores industriales, agrícolas y de servicios, a los hombres, mujeres, niños y niñas, a los asalariados y no asalariados, regulados y desregulados, precarios, excluidos, desplazados. Tiene que articularlos a todos ellos y proponerse practicar la comunicación, la información, el diálogo y la acción concertada en una organización que junte las redes de los colectivos presenciales y a distancia, y que abarque al conjunto de la nación, vinculando a sus habitantes con los de América Latina y con los del mundo para la lucha por la vida y la libertad. Esa gran organización tendrá que cultivar una vigorosa moral de lucha y de solidaridad, y una voluntad colectiva a la que caracterice la lucidez y la firmeza para defender y decidir el futuro del México y del mundo que queremos, y que podemos hacer… ¡que haremos! ¡y que sin duda ustedes harán!

* Mensaje leído en la sexta Conferencia Sindical Nacional





domingo, 22 de enero de 2012

México SA:

Los nuevos modelos de contratos "incentivados" no son más que  la entrega descarada y oficial de los energéticos a las empresas trasnacionales. Es claro el afán de la actual administración de beneficiar a aquellas y dejar a Pemex y el país en la miseria. Tarde que temprano tanto la administración de Pemex como la actual federal serán enjuiciados por el terrible daño a la empresa y al patrimonio del  país.

  • Otro atraco a la nación
  • Pemex: nuevo modelo
  • Petróleo, negocio privado
Carlos Fernández-Vega
La jornada 21-ene-2012


Resulta indignante que nadie ose detener el asalto de que son víctimas la nación y sus habitantes. El saqueo es verdaderamente feroz y acumula tres décadas, pero todo indica que no ha sido suficiente, pues a escasos meses de que se vaya muy lejos –mientras más lejos, mejor– el gobierno calderonista mete el acelerador a fondo (no de forma gratuita, desde luego) para acrecentar aún más los negocios privados con bienes de los mexicanos. Metales preciosos y otros recursos mineros, petróleo, electricidad, gas y los sectores productivos que se queden en el tintero, que no son pocos, han sido descaradamente traspasados a los voraces Forbes mexicanos y a las insaciables trasnacionales. Restan 10 meses y pico de mandato y hay que llenar alforjas.
Entre lo más reciente destaca lo siguiente: Petróleos Mexicanos emitió una nueva y segunda convocatoria para que empresas privadas nacionales y extranjeras realicen la explotación de campos maduros de la región norte, mediante la cesión de las actividades sustantivas de Pemex Exploración y Producción (PEP), el organismo más importante de la petrolera mexicana. Ahora se incluyen seis áreas contractuales, dos marinas (Arenque y Atún) y cuatro terrestres (Altamira, Pánuco, San Andrés y Tierra Blanca), las cuales se ubican en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz.
Lo anterior es grave, pero falta la mejor parte: “El nuevo modelo de contratos eleva el plazo de las concesiones de 25 a 30 años; Pemex participa sólo con 10 por ciento del proyecto; el riesgo ambiental lo asume la paraestatal. Se incrementa el factor de ajuste de tarifa de 60 a 70 por ciento, lo que implica un pago más alto al contratista. Se aplica un régimen fiscal más flexible que la onerosa carga impositiva que se aplica a Pemex. De esta manera, el precio que pagará Pemex por la extracción de crudo, junto con 70 por ciento del costo de las facturas que presente el contratista, será de alrededor de 20 dólares por barril, que contrasta desfavorablemente con el precio de extracción de Pemex de 5.22 dólares por barril, alertaron expertos de la industria… Se estima que en las seis áreas que se concursará la producción será de alrededor de 100 mil barriles por día en los próximos tres o cuatro años (La Jornada, Israel Rodríguez)”.
¿Qué tipo de negocios organiza, promueve y autoriza el depredador gobierno calderonista para los voraces Forbes y las insaciables trasnacionales? Pues aquellos totalmente contrarios a la nación y a los intereses de los mexicanos, pero que dejan jugosas ganancias a los participantes (amigos del régimen, desde luego), pues los beneficiarios del nuevo modelo de contratos cobrarán 283 por ciento más de lo que a Pemex le cuesta extraer el mismo barril de crudo, es decir, la paraestatal, con recursos públicos, pagará alrededor de 20 dólares por algo que a la empresa del Estado le cuesta 5.22 dólares si lo hace ella. ¿En qué película de terror se ha visto semejante barbaridad? En el filme México, Sociedad Anónima, estrenado tres décadas atrás, en el que, según se acerca el final, cada escena (léase negocio) resulta más espeluznante y depredadora que la anterior.
Se supone (así lo argumentó el calderonato a la hora de cabildearlo en el Congreso) que el nuevo modelo de contratos de Petróleos Mexicanos no sólo era necesario, sino de urgente aplicación, porque la paraestatal, según dijo, carecía de recursos para extraer crudo de campos maduros. No hay dinero; Pemex no tiene con qué, de allí que sea ineludible la participación del capital privado, repitieron una y otra vez los personeros gubernamentales. Pero resulta que a la hora de implementarlos el gobierno de Calderón está dispuesto a pagar 283 por ciento más de lo que al mismo Pemex le cuesta extraer un barril de crudo.
El costo de extracción del crudo mexicano es uno de los más bajos entre las naciones productoras de petróleo: 5.22 dólares por barril al cierre de 2010. Cuando Calderón se instaló en Los Pinos tal costo era de 4.13 dólares; en 2008 llegó a 6.16 dólares, para reducirlo a 4.85 dólares en 2009 e incrementarlo a 5.22 dólares en 2010. ¿Cuál fue el margen de ganancia por barril, ya descontado el costo de extracción? Ahí va: mil 184 por ciento en 2006; mil 270 por ciento en 2008; mil 83 por ciento en 2009 y mil 285 por ciento en 2010. En 2011 (hasta noviembre) se elevó a mil 728 por ciento. Entonces, margen de ganancia hay, y amplísimo, como para sostener la tesis de que no hay dinero; Pemex no tiene con qué, de ahí que sea ineludible la participación del capital privado.
Ahora que –en el supuesto– si en realidad no hay dinero y Petróleos Mexicanos no tiene con qué, ¿a qué desquiciado funcionario se le ocurrió pagar 283 por ciento más de lo que a la paraestatal le cuesta producir lo mismo y además cargar con el daño ecológico? A ninguno, porque no se trata de pérdida de juicio, sino de jugosos negocios privados con bienes públicos (módica comisión de por medio). Y Calderón y los suyos van por más en estos 10 meses y pico que les restan de estancia en Los Pinos. Entonces, ¿dónde están los siempre activos ciudadanos que masivamente protestan por las mentadas de madre de las ladys de Polanco, la ignorancia supina de Peña Nieto y/ o los impúdicos chistes del Platanito, pero que guardan silencio sepulcral ante el impune atraco a la nación, que no es otro que a los propios mexicanos? Desesperante.
Como dice que no hay dinero, el inquilino de Los Pinos se dio el lujo de vetar un fondo extraordinario (10 mil millones de pesos de recursos públicos) para atemperar los brutales efectos de la sequía en la mitad de la República; no hay dinero para reconstruir las zonas devastadas por huracanes, terremotos e inundaciones; no hay dinero para atemperar la miseria de los rarámuris y evitar las muertes por hambre; no hay dinero para sacar del hoyo a 57 millones de mexicanos pobres. Tampoco para iniciar la construcción de la cuatro veces prometida nueva refinería en Hidalgo o reactivar los 8 mil 500 empleos de Mexicana de Aviación. Nunca hay dinero público para las urgencias nacionales, pero siempre lo hay, rápido y en abundancia, para los negocios privados con bienes públicos.