Pemex dio 420 mil millones de dólares a Fox y Calderon ¿Dónde están?
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Durante el Gobierno de Fox Quesada nunca se turnó al Congreso de la Unión una propuesta concreta de Reforma Energética ni se vinculó de manera convincente a la industria petrolera con el sector energético, planteó Roberto Gutiérrez Rodríguez, investigador del Departamento de Producción Económica de la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco en el documento
“La reforma petrolera de México: ¿dos sexenios sin política energética?” “El ex Presidente panista no utilizó los excedentes petroleros para invertir en la industria o en la generación de infraestructura. Por el contrario, los orientó al reforzamiento de la posición internacional del país a través de la acumulación de reservas del Banco de México y contrató más personal y mejor pagado en Pemex.
Al inicio de su sexenio, en el corporativo de Pemex trabajaban cerca de 24 mil personas, mientras que con Calderón, la cifra estaba en 48 mil personas; es decir, se duplicó la burocracia. Gente en el escritorio, no en actividades productivas”, estableció el académico.
A esto, agregó Gutiérrez Rodríguez, se sumó el Pemexgate en el 2000: el desvío de 1,500 millones de pesos para el sindicato de la petrolera, de los cuales 500 millones fueron para apoyar a Francisco Labastida Ochoa, entonces candidato a la Presidencia de la República del Revolucionario Institucional (PRI), de acuerdo con investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR). El PRI pagó una multa de mil millones de pesos.
El segundo caso emergió en 2004, cuando se hicieron públicos los acuerdos del Gobierno federal y la dirección de Pemex para transferir al sindicato 7 mil 800 millones de pesos.
Los impuestos petroleros representaron 36.5 por ciento del total de los ingresos ordinarios gubernamentales, de acuerdo con el artículo “Petróleo y crecimiento económico en México” del economista Francisco Colmenares.
Pero, pese a registrar un crecimiento extraordinario no se destinaron a impulsar un mayor crecimiento de la inversión pública, cuya importancia había disminuido a 13 por ciento en el gasto público.
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“La renta petrolera que debía haberse blindado para apoyar proyectos productivos y el mejoramiento de la infraestructura física y de comunicaciones a lo largo del territorio nacional fue asimilada para financiar el crecimiento del gasto corriente del sector público y las obligaciones del servicio de la deuda”, determinó el especialista. Pemex siempre ha tenido rendimientos, sostiene el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alfredo Bravo Olivares.
El problema, dijo, viene después del cobro de impuestos, sobre todo en 2007 con el auge de precios que se tuvo. “El problema está en la asignación presupuestal que hace el gobierno mismo. Una gran cantidad de recursos están en los Contratos de Servicios Múltiples y en los Proyectos de Inversión de Infraestructura Productiva con Registro Diferido en el Gasto Público, los famosos Pidiregas, que no son otra cosa que concesiones a los privados, a mediano y corto plazos, para obra, para exploración, extracción, en los cuales Pemex estaba entregando actividades sustantivas de la nación a los privados mediante crédito”, explicó Bravo Olivares.
En el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa se intentó implementar la primera gran Reforma Energética ante el diagnóstico de Pemex: el futuro de corto y largo plazo de la industria petrolera dependía de la explotación de yacimientos en las aguas profundas del Golfo de México. Sin embargo, la petrolera no podía desarrollar pozos a tal profundidad. Ante ello, se necesitaba la participación de empresas extranjeras con tecnología de punta, sin que el Estado perdiera su rectoría en la industria.
El investigador de la UAM, Roberto Gutiérrez, recordó que a esa nueva Ley se le veía como una privatización encubierta con pérdida de la soberanía y capacidad de iniciativa de Pemex. Además, la iniciativa no proponía elevar la productividad de Pemex, distribuir la excesiva fuerza de trabajo o reducir el número de miembros del sindicato petrolero en el Consejo de Administración de Pemex (5 de 11).
De 2006 a 2008 ya había más conciencia con respecto a la necesidad de utilizar la renta petrolera de una forma más oportuna, aseguró Arturo Carranza, especialista en Energía del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Pero la estructura de la Ley fiscal “ponía muchos candados o limitaciones” a una mejor administración de los ingresos petroleros.
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En entrevista para SinEmbargo, Gutiérrez Rodríguez comentó que esa reforma, al no generar cambios constitucionales, no dejó satisfechos a los inversionistas, por lo que no se recibieron recursos de la iniciativa privada para invertir en Pemex y todos los recursos provinieron del sector público. Se realizaron gastos “muy onerosos”; por ejemplo, en Chicontepec, Veracruz, se invirtió hasta 30 mil millones de pesos anuales.
Esas acciones provocaron el descuido de otras actividades, sobre todo en lo que respecta a las aguas profundas. A decir de Gutiérrez Rodríguez se pensó que más adelante, con un mejor panorama, Pemex podría entrar al ruedo. Y aunque se trataba de un auge que inició desde 2002, la mayor cantidad de recursos se percibieron en este periodo.
No obstante, “la opacidad” en el manejo de los excedentes petroleros había provocado que persistiera “la desconfianza de la sociedad” respecto a la capacidad de Pemex y el gobierno federal para manejar los recursos de la industria petrolera, sostuvo Gutiérrez en el artículo citado.
En mayo de 2008 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportó que los excedentes petroleros habían sido de cero en el primer trimestre del año debido a los subsidios otorgados a los alimentos, la gasolina y el diesel.
Esto “resultó extraño a los mexicanos”, en virtud del alto nivel que alcanzaron los precios del petróleo en el periodo. En el tercer trimestre, el 14 de julio, el precio de la mezcla mexicana llegó a su máximo histórico de 132.71 dólares por barril.
Ese mismo año, el de la crisis financiera, el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Arturo González de Aragón, denunció opacidad, corrupción, impunidad y desviaciones en el manejo de los recursos de Pemex durante un Foro Nacional de Fiscalización.
Con informacion de Sin embargo/ Dulce Olvera y Daniela Barragán
http://www.argumentopolitico.com/2016/11/pemex-dio-420-mil-millones-de-dolares.html?m=1