domingo, 18 de diciembre de 2011

¿Cómo sabemos cuánto petróleo y gas tenemos?

Una explicación clara del maestro Gershenson, de cómo el gobierno mexicano quiere inventar el hilo negro en materia energética. O los cuentos de la existencia del gas.

 

Antonio Gershenson

La Jornada, domingo 18-dic-2011.

Vamos a tratar de dar una explicación más detallada de por qué consideramos que, con un solo pozo como se ha hecho, se pueda afirmar, por ejemplo, ahí hay 400 mil millones de pies cúbicos de gas. El único pozo, Nen-1, no puede dar lugar ni a esa cantidad ni a ninguna otra.

Tampoco el pozo Emergente-1, terminado en febrero pasado en Coahuila, del gas llamado por los funcionarios shale, que es en inglés. En español el material de donde se extrae el gas son esquistos bituminosos, los cuales a su vez son un material orgánico con hidrógeno y con carbono.

Una vez que se logra incorporar reservas, se emprenden estudios pre inversión. Hay diferentes medios. Se necesitan varias perforaciones, varios pozos de exploración, para la caracterización inicial y la delimitación. Esta última es fundamental: con ella vamos a conocer los límites del campo petrolero, que son uno de los elementos para tener una primera aproximación del monto de petróleo y su ubicación. Sobre esa base, se puede iniciar el desarrollo del campo, la extracción sistemática del petróleo con gas o del gas natural. La producción va creciendo hasta llegar a un “techo”. En él permanece varios años y luego se inicia la declinación.

Para poner dos ejemplos de la duración de este proceso, citamos dos yacimientos. Cantarell existe desde 1976, por lo tanto tiene una antigüedad de 35 años. Abkatun, de la Región Marina Sudoeste, existe desde 1978, y tiene 33 años. Sus respectivas historias, como vimos, empezaron antes de sus fechas de “nacimiento”. Esa es la realidad. Inventar con una excavación de unos meses enormes cantidades de gas o de petróleo, es puro cuento. La vida real de un yacimiento puede ser de medio siglo. La vida previa al inicio del desarrollo ha sido de varios años.

No es nada sano sustituir este proceso con discursos. Menos aún inventar grandes cantidades que, obviamente, no están probadas y, según experiencias anteriores, a menudo ni siquiera han existido. ¿Recuerdan los “tesoros” y “tesoritos” de los gobernantes para defender el traer a trasnacionales a perforar en aguas profundas, a precios carísimos? Hasta la fecha, no ha salido ni un barril de petróleo crudo. Después de años de un dineral derrochado. Ahora nos salen con otras historias que chocan con el verdadero desarrollo de los yacimientos petroleros.

En cambio, en otras áreas la producción sigue, mientras que en el Cantarell, que durante años produjo más que el resto de Pemex, va para abajo. Hace dos semanas veíamos que la suma de producción de Litoral de Tabasco (en el mar) y de Delta del Grijalva (en tierra) ya rebasaban la producción de Cantarell. En sólo estas dos semanas la diferencia es ya mayor. La vez anterior la suma de estas dos áreas producía 10 mil barriles de petróleo más que Cantarell.

Ahora Litoral de Tabasco produce (mes de octubre, último mes publicado) 305 mil barriles diarios. En Delta del Grijalva, la producción (promedio de octubre hasta el 11 de diciembre) es de 150 mil barriles diarios. La suma de ambos es de 455 mil. En Cantarell (noviembre, que sigue igual a principios de diciembre) la producción es de 417 mil barriles diarios. La diferencia es de 38 mil barriles diarios.

En las zonas relativamente nuevas y de producción creciente, la producción pasó de 10 mil a 38 mil barriles de diferencia, en relación con la zona en decadencia, producción de una quinta parte de la de su mejor año, 2004. Esa diferencia es 9 por ciento de la actual producción de Cantarell. Y recordamos que este último tiene un presupuesto de 56 mil millones de pesos, y los dos sumados con producción creciente, tienen entre ambos 15 mil millones, poco más que una cuarta parte del presupuesto de Cantarell.

Si se gasta mucho y se produce poco en Cantarell, es peor la situación con esas historias de que inventamos el hilo negro del gas. De que de la noche a la mañana ya tenemos 400 mil millones de pies cúbicos de gas, y similares. Las campañas implican dinero para los medios de comunicación, sobre todo la televisión; de contratar publicistas; de amplificar el pago al contratista que perforó el pozo (recordemos que ha sido uno solo por cada telepetronovela); y todo eso con ningún efecto real que compense los gastos.

Pero también se gasta, además, muchísimo dinero en cada perforación en las aguas profundas. Y también un dineral (20 mil millones de pesos se presupuestan para 2012) para Chicontepec, para que produzca el 2 por ciento de la producción nacional, y presupuesto es más dinero que la suma de Litoral de Tabasco más Delta del Grijalva, que ya vimos que sí producen, y cada vez más.

 

 

 

 

 

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