martes, 21 de diciembre de 2010

Ríos de Fuego

El dieciseis de diciembre de 2009 obtuvo su registro sindical el primer sindicato de Técnicos y Profesionistas de Petróleos Mexicanos, conocido como la UNTyPP, nuestra Unión.

Hoy hace un año y días de su registro. Un largo año de lucha constante, de esfuerzo denonado, siempre contra la corriente, río arriba primero para ser reconocidos en sí, después otro año para hacerlo valer ante la administracion de Pemex, quien tiene la responsabilidad de promoverlo y fomentarlo. Así dice la ley y así dicen los convenios que México a firmado y comprometido a cumplirlos. Pero que es letra vaga en este país de impunidades.

Muchos saben de nuestra existencia, más bien todos los saben, pero hacen como que lo ignoran. Porque así le han enseñado y obligado, no saber qué hacer con su libertad y con sus derechos como trabajador. Todos los técnicos y profesionistas de Pemex son representados por la Untypp. Pero no faltan las artimañas para que nadie se pregunte siquiera si es una opción. Y claro que lo es. Hay que ver nada más como desfilan por bufetes de abogados ex-gerentes y ex-personal de "confianza" de alto nivel que anda penando demandando sus derechos. Claro que antes se sentían de otra raza, ahora se dan cuenta que son simples asalariados y que sus pensiones están en el cadalso.

Esos son y serán ríos de demandas, pero nada comparado con los ríos de fuego que ahora incendian a Pemex, incendian a San Martín Texmelucan.

La desgracia de San Martín Texmelucan es obra de aquellos que han llegado a dirigir a Pemex desde la ignorancia supina de las operaciones petroleras. De aquellos que entregan enormes y cuantiosos contratos a compañías extranjeras, pero que deliberadamente niegan los dineros para que los técnicos de Pemex tengan los recursos necesarios para dar el mantenimiento y supervisión adecuados, necesarios, impostergables a los ductos e instalaciones de Petróleos Mexicanos.

Ríos de papeleos y subcomités se requieren para que un técnico obtenga un tornillo, una válvula, un tubo, una hoja de papel depués de un largo año de haberlo solicitado de forma urgente. No hay dinero para invertir en adquirir equipo de sustitución, refaccionamiento, personal, etc. Pero sí hay dinero, ríos de dinero para contratar empresas internacionales que diseñan costosísimos sistemas de calidad, de seguridad, en fin una carga de sistemitis que paraliza a la empresa. Pero que eso sí llenan las oficinas de directores y subdirectores de diplomas y reconocimientos de ISO's de aquello y de lo otro que no sirven para nada. Basta ver los resultados. Los ríos de fuego de San Martín, son los ríos de la corrupción. Y para muestra está la declaración que evade la responsabilidad:

"Además refirió que en 2008 envió al Congreso la propuesta para que el transporte de combustibles en México sea operado también por particulares, con lo que se lograría alinear los esfuerzos para su cuidado": Felipe Calderón.

¿Alinear esfuerzos? ¿Alinear la corrupción?

Debe ser.

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